La investigación de paternidad es un proceso judicial que tiene como objetivo determinar la verdadera paternidad de un menor, un tema de vital importancia en el ámbito del derecho familiar. Este procedimiento se adelanta ante el Juez de Familia, quien es el encargado de tomar las decisiones correspondientes basadas en la legislación aplicable.
El proceso se inicia cuando se presenta una demanda para determinar si una persona es o no el padre biológico de un niño, ya sea por parte de la madre, el presunto padre o el propio menor, si este tiene la capacidad de iniciar el proceso. En muchos casos, se recurre a pruebas científicas, como el ADN, para obtener evidencias claras y objetivas que confirmen la paternidad.
La investigación de paternidad no solo es importante para establecer la identidad de los progenitores, sino que también tiene implicaciones legales cruciales en cuanto a los derechos y deberes del padre hacia el hijo, como la obligación alimentaria, los derechos sucesorios, y la legitimación para ciertos beneficios legales.
Es esencial contar con una adecuada representación legal para asegurar que los intereses de las partes involucradas sean correctamente defendidos, especialmente cuando se trata de temas tan sensibles como la filiación y los derechos de los menores.
El proceso ante el Juez de Familia busca garantizar que el resultado sea justo, protegiendo tanto los derechos del menor como los derechos de las partes involucradas, siempre en cumplimiento de las normativas vigentes.